"Compañeros...

Al capitalismo no se le combate, ¡se le destruye! Porque el fascismo y el capitalismo son la misma cosa.

martes, 27 de enero de 2009



Viernes, 23 de Octubre a eso de las dos de la tarde. Me encontraba en clase de proyecto integrado exponiendo una charla a mis compañeros sobre la situación entre Israel y Palestina, dejando a los israelitas como cerdos burgueses terroristas. Toda la clase estaba atenta a mis palabras y a las de un amigo y hacían preguntas coherentes e incluso interesantes. En el aula había un curioso ambiente, de esos de interés general y conectividad entre los receptores y el hablante. Fue genial, y creía que había cambiado su forma de ver las cosas, de concienciar a la gente que me rodeaba…


Hoy me doy cuenta que no fue así. Que, aunque por un momento se sintieron indignados por la injusticia que envuelve la sociedad, todo ha sido olvidados y sus vidas siguieron con triste normalidad. La comodidad del mundo desarrollado nos ha convertido en seres insensibles por los que de verdad necesitan ayuda y nos hemos olvidado que cuando nosotros estamos sentados en un cómodo sillón mirando la TV a otra persona la están tumbando en un improvisado ataúd de mantas en Palestina, en una fosa común en Sudán, incinerado en los barrios bajos de Sâo Paulo o tiroteado en una nación de la cual no sabemos nada, como en Corea del Norte. La juventud ya no tiene un motivo por el que luchar, si no por su propio egoísmo.


La situación es triste. Me voy a cenar mis sabrosas brochetas de cerdo mientras que Israel sumerge un poquito más en el terror a los habitantes de Gaza.

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